Preservando Chamal
Preservando Chamal
Por
Randall Ray Arms
La adquisición de Trapiche Pataguilla fue un paso importante en los objetivos de la Caballería Araucana. Hasta ese momento no teníamos ninguna yegua de cría que representaba la línea paternal directa de Chamal y Pataguilla nos cumplió esa meta con creces al ser un ejemplar con una consanguinidad de 2S x 2D a El Huila.
Para valorizar la nueva línea fundadora era importante tener un representante con una buena calidad genética. Pataguilla es hija del excelente corralero Ñachi que es considerado uno de los mejores hijos de El Huila que a su vez su criador Arturo Correa considera el más parecido a su renombrado padre. Ñachi acumulo 133 puntos en rodeo a pesar de correr la mayor parte de su campaña después de sufrir una lesión que limito su óptima funcionabilidad. Su padre es conocido como uno de los mejores corraleros de todos los tiempos y su madre Ña Josefa es una muy recordad corralera de excelencia. Ña Josefa es hija del afamado Guardián, un potro que Lalo Tamayo menciona como uno de los más habilosos que ha montado en su larga carrera corralera.
Por el lado materno, la Pataguilla es hija de la Pajuela, una hija del excelente abuelo materno El Huila. La Pajuela regresa a una de las grandes yeguas de la raza y la fundadora del Criadero La Invernada, la muy recordada Torhuela., madre de Enchufito, Buenas Noches, Codiciada y Pajarera. Es precisamente a través de esta última que llegamos a la yegua que estamos evaluando, Trapiche Pataguilla.
La Pajarera es la madre de Bandurria, yegua que con su hija Bárbara empezó su propio linaje materno llegando a productos de excelencia como Aguatero, Bandolero y Estupenda, esta última una fabulosa yegua de cría que es responsable por tantos grandes corraleros para el Criadero Peleco. Otra hija, la Gualtata, trajo al mundo la Guadaña, Polita y Rotoso. Su hija Pajarita fue Campeona de Chile en la Rienda. Sus hijos Pajarero y Pajarillo eran hijos de No Me Toques que fueron apreciados como padrillos. Al cruzar la Pajarera con el sólido padrillo Zapateado nos trajo al mundo la Palomilla quien solo tuvo tres progenie y solo una que se reprodujo la cual fue la Pajuela, madre de la Pataguilla.
Pajuela se ha destacado por concentrar la sangre de El Huila ya que al cruzarla con el Ñachi se duplicó la posición de El Huila en la segunda generación. La resultante Pataguilla con su color negro, tercio posterior fornido, perfil facial rectilíneo y linda cola, tuvo una semejanza morfológica al gran El Huila que hizo que un nieto de Arturo Correa la escogiera como su caballo regalón para la montura. Por lo tanto no es hasta ahora que esta privilegiada sangre tiene la oportunidad de probarse en la cría.
Nuestro afán es producir unos potrillos de la Paraguilla que sigan con una clara endogamia de línea a la rama fundadora del Chamal. De hecho la potranca que Pataguilla trajo en vientre es una hija de Ahijado (Vice Campeón de Chile) hijo de Guindalero en una de las mejores corraleras que dio el Huila, la Alitranca. Esta potranca que tiene tres cruces a El Huila en la tercera generación, se ha nombrado Corral Victoria La Janequeo. Sin duda ella esta destinada a introducirse a nuestro plantel de yeguas madres para seguir cruzas alternativas que adicionarán una incrementada cantidad de consanguinidad al famoso Huila
La línea fundadora de Chamal, que es la más olvidada de los linajes fundadores que aun existen en la raza del Caballo Chileno, tiene una muy leve esperanza de proyectarse al futuro de nuestra raza nacional. Lo lógico es lograrlo concentrando la sangre del mejor representante de esta rama de todos los tiempos, el inolvidable El Huila. En la Caballería Araucana quisiéramos pensar que ahora existe una expectativa de reforzar esta línea que tanto merece seguir contribuyendo a la raza.
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