Déme Uno, Déme Dos…DEMETRES!!!

el . Publicado en Mis Artículos

 

Déme Uno, Déme Dos…DEMETRES!!! 

por

 Randall Ray Arms, PAS 

Durante los años de apogeo del Criadero Santo Tomás cuando su inventario de vientres oscilaba alrededor de las 60 yeguas y había mucha esperanza por la incorporación del extraordinario corralero Reservado como su padrillo principal, ya se buscaba producir el padrillo sucesor. La gran genealogía que Luis Iván Muñoz había acumulado en su proyecto progresista seguramente intento varios cruces con miras a que la progenie masculina llenase sus sueños de un nuevo padrillo para ponerles a las hijas de Reservado.
Uno de esas esperanzas se realizo cuando la Campeona de Chile, Atinada parió un bello hijo del padrillo más nombrado de esa época, Santa Elba Bellaco.  En honor a uno de sus hijos, Luis Iván lo bautizo con el nombre de Damascote.  Este hijo de padre y madre Campeones de Chileno cada día daba mas razones para tenerlo en alto ya que  Damascote resaltaba por su calidad. 
A los tres años cuando las ganas de empezar a domar y entrenarlo para lo que esperaban fuese una campaña notoria en el ámbito del rodeo chileno, la tragedia asomó su desafortunada cara. Una noche Damascote llegó ha abrir su pesebrera y dió rumbo al mundo externo con la curiosidad que le compete a cualquier potro entero que busca su primera conquista del sexo opuesto. Justamente, logró penetrar un potrero donde albergaban un grupo de potrancas de dos años y como si fuera obra del destino divino, una de ellas estaba en todo el punto de su celo reproductivo. Desgraciadamente, la inocencia del joven y viril potro no se conformó con la nueva conquista.  Al escuchar relinchos de un competidor fue en busca de una contienda con un  padrillo mayor que lo esperaba con ansias de un confrontamiento que terminó con la vida de la principal esperanza del criadero.
Este decepcionante e injusto relato para una familia que había puesto tantos empeño en producir Caballos Chilenos de una altísima calidad, tuvo un resultado espontáneo en algo que parcialmente compensó lo sucedido. Al revisar las potrancas de dos años encontraron que una de ellas, la Reconquista, estaba preñada de Damascote. Como si fuera un omen del más allá, Damascote seguiría proyectándose en el futuro a través del feto que desarrollaba en el vientre de esta joven hija del triple Campeón de Chile, Reservado.
Se pueden imaginar con que ansias esperaron el día de la parición de Santo Tomas Reconquista! Con cierto simbolismo, el Día de los Enamorados la Reconquista se acostó a mostrar la primera luz de la vida  a su primera cría.  Como resultado de este cruce gloriosamente predestinado, apareció un extraordinario potrillo negro rabicano con tres patas blancas y un prominente y largo listón blanco en la frente. Aun mojado y buscando la fuerza que pronto lo pondría de pie, este potrillo tenía un aire de abolengo que no es usual ver en los recién nacidos.
No solo su padre era hijo de dos Campeones de Chile y su madre hija del tres veces campeón, tres veces vice campeón y sello de raza Reservado, pero la madre de Reconquista era la famosa Cuchi Cuchi que fue campeona en Pruebas Ecuestres y ranqueada dentro de las mejores 10 yeguas corraleras. La Cuchi Cuchi era hija del Campeón de Chile y dos veces sello de raza Rival, con una excelente hija de Estribillo llamada Muñeca que provenía de la muy apreciada Dudosa. Por donde uno miraba este pedigrí mostraba una increíble grandeza.
A pesar de haber nacido al final de la temporada de reproducción, al empezar a desarrollarse se noto una diferencia enorme entre Demetres y sus compañeros contemporáneos. El cariño por toda la trayectoria que había detrás de este producto hizo que después del destete siempre lo mantuvieron en potreros cerca de la casa principal del Criadero Santo Tomás. La calificación de regalón era decir poco para el cariño y dedicación que recibió Demetres de parte de todos los relacionados con el criadero.
La asignación de un nombre no demoró nada porque Luis Iván tenía uno guardado para un potro que calificaría como sobresaliente. Durante los años que Luis Iván fue corralero siempre corrió con el mismo compañero.  Era imposible pensar en él sin recordar que cada vez que hacia una buena atajada el gritaba vigorosamente las palabras “DEME TRES!!” esperanzado que los jueces coincidieran con esa apreciación de su rendimiento. Como el fiel compañero de rodeo de Luis Iván se fue a las grandes competencias celestiales, Luis Iván quiso recordarlo siempre poniéndole el nombre “Demetres” al mejor producto de esa generación.
Al llegar el momento de los remates donde Santo Tomás tenía la fama de ofrecer toda su producción al mayor postor, era llamativo que Demetres parecía mayor que los demás dos añeros que estaban estabulados en el recinto de la compañía de ventas. El haber obtenido a Demetres en ese remate es una de las grandes fortunas que me ha tocado en la vida, pero quizás no por las razones que ustedes se imaginan. La adquisición no fue afortunada por la calidad genética del potro, aunque indudablemente eso lo tenía. El haber adquirido a Demetres resultó grandioso porque en él encontré un compañero muy querido durante mis diversos recorridos a lo largo de Chile.
Al irme a Iquique para dedicar nueve años de mi vida a escribir un libro sobre el Caballo Chileno, Demetres fue uno de mis caballos de silla. Con el recorrí muchas tierras alrededor de Alto Hospicio, la Cordillera de la Costa, la Mina de Huantajaya, las líneas de ferrocarril de la era del salitre y las pircas artesanales en los lugares más remotos. Con él hice un desolado viaje desde Iquique hasta Pica pasando por las oficinas de Humberstone y el pueblo histórico de La Tirana. También aventuramos el largo valle  de Matilla donde en siglos pasados se producían uvas para elaborar un vino oporto de exportación internacional. Cuando lo tuve hospedado en el oasis de La Esmeralda transitamos por los despoblados arenales al norte al oasis de La Calera o al sur a la quebrada de Chacarilla que tiene huellas de antiguos dinosaurios. Compartimos unos años con el Club Ecuestre de Tarapacá en Huaiquique donde seguíamos pelícanos y lobos marinos por la costa del Pacífico o transitamos el viejo sendero mulero que bajaba 800m de altura de Alto Hospicio a la vieja Ballenera.
Al regresar a la zona central Demestres me acompaño durante una estadía con el Criadero Santa Isabel donde entrenábamos no solo en la medialuna y potrero adyacente que ha formado tantos corraleros famosos, pero también paseamos por miles de hectáreas de frutales.  Semanalmente subimos el cerro de La Compañía llegando al pucará Inca en su cima. Anduvimos el trayecto al antiguo convento Jesuita de la Leonera y subimos el zigzag que a tres cuartos de montaña borra la huella de las carretas muleras que bajaban cobre de la Mina del Teniente.  En las operaciones de Don Agustín en Futrono nos dimos gusto recorriendo cerros, valles y quebradas y también participamos en arriadas de ganado de un potrero inmenso a otro.
Al pasar seis meses con la familia Rojas en Corral Amistad anduvimos por carreteras sin bermas donde transitaban camiones llenos de fruta y productos vitivinícolas.  Subimos los cerros detrás de la Viña Tarapacá y a menudo viajaba los cinco kilómetros al supermercado de Isla de Maipo donde amarraba Demetres en el estacionamiento mientras hacia compras que luego traía a casa en alforjas o con otro caballo de carga que me acompañaba.
Como pueden ver Demetres no fue una simple adquisición comercial. Cuando Demetres entro en mi vida fue el comienzo de una larga relación íntima que nos ha permitido hacer y ver muchas cosas juntos, desde los desiertos más áridos del mundo, hasta las verdes y lluviosas zonas de los lagos y mucho entre medio. Es llamativo que la cercanía que establecí con Demetres hizo honra a la gran amistad entre dos huasos que dió origen a su nombre.
Durante este tiempo perfeccionamos nuestra relación ecuestre logrando no solo ser un buen caballo de silla, pero también un hábil caballo de rienda y ocasional arreador de ganado. Nuestra comunicación es muy sensible, en el suelo tanto como en la montura donde tan solo el pensamiento a veces hace que nos entendamos. Demetres me ha ayudado a celebrar en bajo perfil mis logros y apaciguar mis penas en momentos tristes o solitarios.
Al llegar a Lebu y formar parte del Proyecto de la Caballería Araucana realmente Demetres seguía siendo una herramienta de trabajo. Al inicio no teníamos vehículos o infraestructura y durante todo el proceso de desarrollo del criadero el siguió siendo un compañero y modo de transporte.  En sus lomos revisaba los trabajos en un amplio terreno que esta en ambos lados de múltiples quebradas y que difiere de planicies altas a interminables playas.  
En  los primeros 11 años que he recorrido dentro de este escrito nunca reproduje Demetres. Para mi era más importante que su conducta se concentrara en lo funcional bajo la montura. No obtuve yeguas para la reproducción hasta 2004.  Aun en es entonces me propuse tratar de reproducir las sangres alternativas que tanto se estaban olvidando en la crianza del Caballo Chileno y el pedigrí de Demetres no encajaba mucho en esa definición.
No obstante, en el 2013 tomé la acertada decisión de probarlo con dos yeguas que habíamos adquirido al Criadero Lo Miranda. El resultado sobrepaso mis más altas especulaciones de grandeza al darnos dos potrancas que impresionantemente recalcan la morfología y calidad de Demetres. Ahora con 6 meses de desarrollo puedo decir con plena certeza que su definición muscular, sus estructuras óseas, sus aplomos, su temperamento, su cabeza acarnerada, sus orejitas chicas, su dócil temperamento y su exuberancia de adornos me han dejado tremendamente impresionado. No solo pintó extraordinariamente bien, pero si estas dos potrancas son representativas de lo que viene, esta claro que Demetres tiene una característica  poco común en ser un padrillo que pone su sello en su progenie.
Este año nos nacerán 6 ejemplares más de yeguas cuidadosamente escogidas y podremos hacer más definidas conclusiones sobre lo que Demetres puede ofrecer como reproductor.  El hecho es que Demetres ofrece un pedigrí con nueve Champions de Chile en las primeras tres generaciones. Su prepotencia genética probablemente tiene que ver con la  consanguinidad 3D x 3D a Estribillo y 4S x 4D a Rigor.  La presencia de yeguas de una trayectoria comprobada en la reproducción como la Cuchi Cuchi, la Muñeca y la Dudosa ofrece la probabilidad de dar excelentes hijas para futuros vientres. 
Por las limitaciones de nunca haber estado en una posición donde pude aprender el admirable deporte del Rodeo Chileno, Demetres no tuvo la oportunidad de demostrar esa capacidad funcional. Sin embargo su pedigrí llora habilidad vaquera y la agilidad que Demetres muestra en los ejercicios que se usan en preparación para rodeo, no me permiten dudar de su capacidad corralera. Si Dios quiere su progenie podrá  comprobar sus aptitudes dentro de las medialunas del país.
A los catorce años Demetres empieza tarde su vida de reproductor y probablemente tendrá un numero limitado de crías de yeguas muy seleccionadas, pero su genealogía, su morfología, su temperamento y su marcado atletismo funcional me hace pensar que la sangre de trágico Damascote está asegurada en el futuro del Caballo Chileno a través del impacto que hará en la raza este… su ÚNICO hijo!
 RRA

El autor se reserva todos los derechos de copia y/o reproducción total o parcial de este artículo, que sólo se podrán realizar con su consentimiento previo.
randall@ChileanHorse.com