Un susurrador con mensaje para todos

Escrito por Nurys Monroy el . Publicado en Mis Artículos

 

Un susurrador con mensaje para todos 

Irónicamente, Randall Ray Arms nació en Chile cuando sus padres estuvieron en este país por diez años como misioneros educativos. Digo irónicamente, porque este “vaquero” Americano se conoce cariñosamente como “Gringo” y “Don Mister” desde que entró a diversos sectores del mundo del caballo en Chile. 

Retornó a nuestro país como consultor en 1992 haciendo estudios de Análisis de Programación Nutricional.  Hay muy poco que este reconocido profesional teórico no domina en la practica del manejo caballar. Llego a nuestro país con una trayectoria poco visto en nuestro medio. Se graduó en la Universidad de Kentucky, luego se certificó como Científico Animal Profesional con especialización en equinos.  Inició y llevo acabo grandes éxitos en el mejor criadero de FSI en la historia de Centro América y el Caribe y al regresar a EE.UU administró algunas de las mejores haras de los estados de Virginia y Kentucky. Eventualmente, formó parte de un consorcio de compra y venta donde su  evaluación de miles de caballos que pasaban por los remates de Kentucky era muy apreciado, y finalmente hizo su propia consultoría que atendía clientes en Kentucky y a través de Latinoamérica. 

En sus posiciones administrativas, su mentalidad de siempre dar el ejemplo de lo que se esperaba del trabajador, lo hizo muy participe de las obras. Enseñó infinidad de personas a herrar, a cuidar caballos para remate, a manejarlos con una alta cultura  caballerista, atender partos, a dar uso al entrenamiento progresivo, y a domarlos en una forma natural. 

Este último conocimiento, fue uno de los que pudo poner en práctica cuando decidió radicarse en Chile y comenzó a trabajar como preparador en el Club Hípico.  Su experiencia con la doma natural,  que hizo famoso el libro “best seller”, “El Susurrador de Caballos”, alzó las cejas a muchos en el paseo del hipódromo principal de Chile. Los briosos caballos no domados que bajaban a la estaca saltando al lado del cuidador, regresaban montados tranquilamente por “Don Mister” una o dos horas después, ya habiendo caminado, trotado y galopado en una forma calmada. El día siguiente montaba al picadero sin acompañante y el tercer día estaba saliendo solo a la pista, para dar la vuelta en los tres aires que tan rápidamente le había enseñado a sus ejemplares. Con el pasar del tiempo, su toque mágico y palabras suaves han beneficiado toda clase de caballos en Chile, desde mestizos de 1.40m,  hasta Hosteiners de 1.69m. 

Al comprar un Caballo Chileno inscrito para ayudar en las labores de su cuadra de caballos FSI, empezó hacer excursiones a la cordillera. Luego, una invitación al Champion de Rancagua lo terminó de enamorar de esta raza tan única. Pero su mayor placer se tornó en implementar sus métodos naturales para sacar el mayor provecho en la disciplina de la rienda. Sorprendentemente este profesional del tema del equino, que había trabajado en los criaderos y centros de entrenamiento más sofisticados del mundo, ahora se veía consagrado en ver que podría hacer por la raza Chilena. 

Su primera meta fue escribir un libro sobre la raza en Ingles, ya que ningún libro existía en esta lengua internacional. El borrador se completó y está por editarse y publicarse. También escribió, artículos para paginas Web de origen Europeas, que propagaban las razas Americanas de origen Ibéricas, ya que las mismas no hacían mención del caballo nacional de Chile. Cuando se dio cuenta de la decisión que Chile se había unido a un registro único para los caballos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, como un Criollo mas, luchó para informar a los criadores del catastrófico error que era desaparecer el nombre y registro puro más antiguo de una raza Ibérica en América, y el tercer registro equino más antiguo de este hemisferio de cualquier índole 

Durante los dos años que estuvo escribiendo su libro, tomo sus primeras experiencias en re-entrenar un Caballo Chileno para “reining”(rienda americana). Ha amansado una docena de caballos Chilenos con su interpretación particular del “Susurrador”, y pudo darse cuenta de la impresionante docilidad de una raza que tradicionalmente ha sido tratado con mucha rudeza, sin una razón lógica. Luego experimentó iniciando caballos jóvenes, inscrito, de buenas líneas, para dar formación a un caballo de rienda desde el comienzo. A pesar de no haber transcurrido el tiempo suficiente para afinar este entrenamiento a su máxima expresión, ya se ha dado cuenta de la gran aptitud que tiene el Caballo Chileno para las disciplinas de las pruebas vaqueras que son remuneradas en otros países. Todas estas experiencias han sido más que suficientes razones para entusiasmarlo a querer introducir el Caballo Chileno al resto del mundo. 

La idea que nace de este Chileno reimplantado en nuestro medio, es que hay que atacar el mercado internacional, para salvar la industria nacional. Ilógicamente, los mejores potrillos que pasan por subastas Chilenas se venden por precios insólitos en comparación con los mercados de otras razas. Casi todo criador de Caballos Chilenos pierde plata. Difícilmente esta industria podrá surgir a una progresiva expresión si no encontramos formas de hacerlo rentable. Para esto es indispensable buscar el mercado internacional donde buenas compras se justifican para competir en eventos que tienen premios a repartir de millones de dólares. 

Para crear este mercado, Randall opina que “Primero, hay que exhibir la raza en eventos importantes en otras naciones donde el público es fanático de los caballos de vaquería. No solo tenemos que lucir excelentes ejemplares de la raza Chilena, pero también hay que moverlos en funciones que allá se conocen y en el estilo que ellos lo juzgan como buenos.  Adicionalmente, hay que poner literatura informativa en la mano de los potenciales compradores, mostrar videos continuos en un cubículo de la raza, dar discursos didácticos con buenas diapositivas que refuerzan sus virtudes, en fin... mercadear lo mucho bueno que se puede decir y mostrar sobre el Caballo Chileno”.

Este científico es un fanático más cuando se sienta en la gradería de la media luna. El aprecia y respeta lo complejo que es el deporte del Rodeo Chileno y ha llegado a ser un hincha de los grandes jinetes y caballos que entretiene al público Chileno. Pero nos aclara, “la realidad es que el Rodeo difícilmente será un deporte que se propague al nivel internacional, debido a la fuerza de Asociación Protectora de Animales”. Por lo tanto, Randall nos enfatiza que tenemos que mirar a la rienda como el denominador común con el cual nuestra raza se puede destacar mundialmente.

Nuestro entrevistado agrega, “Hasta ahora la rienda es la única disciplina vaquera, que ha tenido suficiente participantes inscritos, en suficientes países distintos, para poder considerarse para ser un deporte Olímpico. Esto es una realidad que tenemos que aceptar”. Es la opinión de este amante del Caballo Chileno, que debemos aceptar ese reto con gusto, si tenemos confianza en los cuatro y medio siglos de selección vaquera que arrastra nuestra raza. Pero si queremos competir afuera, tenemos que entrenar nuestros caballos para la manera que serán juzgados en estos certámenes. 

Sigue su relato contándonos que “La historia dice claramente que Chile era el mayor valor en la rienda en ante años. Pero actualmente muchos países de Sudamérica tienen la influencia de las competencias de Cuarto de Millas y las técnicas de enseñanza se han ido pasando a las razas nativas. Interesante es, que generalmente estas son muy competitivas con esta raza Americana cuando reciben un adiestramiento similar. Muchos Chilenos están quitándole la importancia a la rienda, porque creen que el Caballo Chileno ha perdido la superioridad antigua y temen que los resultados actuales le borren las glorias del pasado”.  Randall opina que el Caballo Chileno sigue teniendo grandes virtudes para la rienda, pero es el método de adiestramiento que nos esta fallando. 

En la opinión de este caballerista, que ve tan claramente el panorama internacional, “Chile tiene que crear una asociación como la NRHA de EE.UU. que se dedica exclusivamente a propagar la rienda en competencias abiertas a todas razas. Una organización que sigue los estatutos de la NRHA, nos daría el derecho de poder enviar participantes representando Chile a las Olimpiadas”. Este fanático del Caballo Chileno aclara, “Los criadores de Caballos Chilenos no deben temer la participación de otras razas en esta organización. Los números solos, favorecen enormemente a la raza del Caballo Chileno. Pero la conformación, tamaño, temperamento y selección del Caballo Chileno también le da mucho mas aptitudes para este evento”.

Sigue diciendo “Si queremos mostrar que el Caballo Chileno es de los mejores vaqueros del mundo, tenemos que empezar por casa, mostrando que es el mejor dentro de Chile. Puede que ocasionalmente salga un caballo excepcional para la rienda de otra raza, y bien venido sea, si nos representa el país con honor. Pero la lógica es que un Caballo Chileno, inscrito o no, será la gran mayoría de las veces, el máximo ejecutor de estas pruebas”. 

El profesional en mención opina, “Si queremos dar a conocer el Caballo Chileno en el mundo, tenemos que comprobar su aptitud para la rienda, estableciendo la Asociación de Caballos de Rienda de Chile (ACRC). Teniendo este foro, podremos competir nacionalmente con reglamentos internacionales y así ir fogueando los caballos para  poder lucirse en el extranjero, sea en competencias de la FICC, los lucrativos circuitos de EE.UU. o representando nuestro país con honorabilidad en las Olimpiadas. Solo mostrando la calidad de nuestro caballo en tierras foráneas, podremos abrir un mercado que permita que nuestros criadores sueñen con la posibilidad de tener años de ganancias”. 

Randall nos dice que la hípica Chilena ya ha mostrado el camino. Todos los años buenos ejemplares Chilenos se venden al extranjero por seis cifras en dólares. El hecho, que los buenos caballos tienen este mercado, hace que los compradores se atreven repujar a cifras mayores en las subastas. Solo se necesita una buena venta al exterior para convertir un año de perdida en uno rentable, sea para el criador, ó el dueño de caballo. Teniendo ganancias, la industria tendrá más potencial para poder reinvertir en sí mismo y así subir el nivel de crianza y espectáculo. 

En el mundo tradicional del Huaso, pensar en competir, vender o exportar al extranjero no ha tenido cabida en la mentalidad de la mayoría.  Pero “Don Mister” nos recuerda que hubo épocas que otros productos del campo Chileno también se limitaban al mercado nacional y con resultados benéficos solamente para los que producían en gran escala. Ahora la uva, las frutas, el vino, y un sin numero de otros productos agrícolas exportables contribuyen fuertemente al Producto Nacional Bruto, mientras ofrecen un modo de vivir a mucha gente que ante solo producía estos productos para subsistencia o “hobby”. 

Randall exclama, “Es hora que el Caballo Chileno se conozca en el mundo entero y así ofrecer oportunidad a que sus seguidores puedan obtener ganancias, porque nada es tan satisfactorio, si nos cuesta interminablemente.” 

Randall Ray Arms es un Professional Animal Scientist (PAS) que se dedica al Entrenamiento Natural del Caballo y como Asesor y Consultor en Nutrición Animal.  Si le interesan sus servicios puede contactarse escribiendo a randall@chileanhorse.com o llamar a (56) 09 9909 8572, (56) 6512 9444